HASTA SIEMPRE, AMIGA MIA

Hoy las Buenas Noches las doy yo porque no sé como me siento... Por un lado me siento muy feliz ¡Ella encontró a sus ángeles! Pero por otro... Se ha ido mi amiga... Mi compañera de juegos... Y aunque sabía que esto pasaría tarde o temprano porque Yamila es sensacional, yo la echo ya tanto de menos... Una parte de mi desea que me olvide, que nunca más piense en mi, que no me recuerde... Pero otra desea tanto tenerla cerca... Hoy os brindo un buenas noches agridulce... ¡Lo siento!... Pero es que cuando uno se va, otro se queda buscándolo y hoy me ha tocado a mi el papel de buscadora... Yami, mi gran amiga, no te preocupes que se me pasará ¡tú debes ser feliz! Tú... TE LO MERECES!!... ¿Quién sabe si algún día nos volveremos a ver?... Quizá sea algo bueno que no lo hagamos nunca... Pero hoy no quiero hacerme a la idea de que eso pueda ocurrir. Mi querida amiga... Te quise desde el momento en que te conocí... Tú estabas asustada y yo, ¡ya sabes!, yo siempre hago creer a todo el mundo que no me pasa nada... Pero tú enseguida leíste más allá de lo que todo el mundo veía y superando tu miedo me dejaste abrazarte sellando así un pacto de amistad eterno. Gracias Yamila... Gracias por ayudarme a mostrarme como soy... Gracias por enseñarme que mostrar la debilidad de cada uno no siempre es malo... Gracias por cuidarme cada noche como si yo tb fuese uno de tus cachorros... Gracias por no haber permitido que me pasase nada malo... Gracias por haber estado a mi lado. Yo me quedo aquí, extrañándote, pero deseando de corazón que todo te vaya bien. Tú me decías que yo encontraría pronto a mis ángeles y me iría ¿recuerdas? Yo siempre supe que tú serías la primera... No nos engañemos! Yo soy y siempre he sido una de las peixiñas invisibles. Yo brillaba con tu luz, Yamila... Yo, Denia, era alguien porque tú hacías que lo fuese... Tú le diste sentido a mi presencia y me hiciste sentir importante. Ya nunca más seré aquella que era... Quizá ahora tenga yo que ayudar a otro peixiño como tú lo hiciste conmigo... ¡Te prometo que lo haré!... Te prometo que haré todo lo que esté en mi mano para que otro peixiño brille con la luz que has dejado en mi alma... Pero cada noche, cuando esté empezando a silenciarse el mundo, ladraré un par de veces por si me escuchas, para que sepas que no te he olvidado. Buena suerte, amiga mia! Mi suerte ha sido el haberte conocido. Apagamos luces... Cerramos los ojos...Nos secamos esta lagrimita que se nos ha escapado... Y soñamos con esos ángeles que tú, Yamila, prometiste que llegarían para mi. Buenas Noches Peixiños!