Bruce, el peixiño vital
- Eva Prado
- 28 mar 2014
- 1 Min. de lectura
Ya he cumplido un año en Villa Peixiño pero nadie se fija en mi... Años... Todo depende siempre de los años... De mis años... De los años que me quedan... Me he hartado de demostrar que no soy débil, que tengo fuerza y ganas para vivir eternamente... Pero nadie quiere escucharme... Imaginas lo que es vivir así?... Imaginas lo que sería para ti vivir durante un año sin que nadie se parase a escucharte?... Y aun así sigo contento, ¡esa actitud positiva!, nos dice siempre nuestra amiga... Y yo sonrío y digo ¡pues es cierto! Estando triste no conseguiré que lleguen antes mis ángeles... Y ladro fuerte para demostrar que soy un buen guardian si algún intruso se acerca a esta casa... Y corro mucho para demostrar cuán fuerte soy... Y convivo en armonía con el resto de los peixiños para demostrar que soy el peixiño más sociable del mundo... Pero a veces, algunas veces, me canso de demostrar todo el tiempo mi valía y de que a nadie le importe... y es entonces cuando me pongo triste... Es entonces cuando tengo un día de mierda y ni los mimos ni las chuches consiguen que se me cambie la cara... Llegarán... Ella siempre dice que llegarán... Y ella nunca me ha mentido...
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